Por petición del respetable, vamos a dedicar una serie de
artículos cortos a los eSports. He de confesar que, aunque soy de una
generación perfectamente imbuida en el mundo de los videojuegos con opción de
jugabilidad on line, nunca he formado
a parte de comunidades de jugadores ni he sido muy ducho en probar mi habilidad
contra contrincantes en la red, lo que no me ha impedido saber apreciar las
habilidades de otros jugadores. Y sí, les anticipo ya que, para competir en el
ámbito de los videojuegos se requieren numerosas habilidades intelectuales y
físicas. Sí, he dicho físicas.
Cuando empecé a interesarme por los eSports lo hice ya desde
los puntos de vista organizativo y jurídico, por mera deformación profesional y
curiosidad. Lo que he aprendido de eSports ha sido a base de investigación
sobre el fenómeno y leyendo ávidamente guías y libros blancos de distintas
instituciones desde 2015 o trabajos de compañeros mucho más introducidos en el
mundo gamer que yo, como Jesús Fernández
Acevedo o Joaquín Muñoz, a los que admiro y saludo desde aquí: Hola.
Hoy vamos a comenzar por la base: ¿Qué son los eSports? y
¿Es de verdad un deporte?