Seguimiento de la criptodivisa napolitana. (El Maradono II).


Hace algunos meses publicamos una entrada en la que nos hacíamos eco de la creación de una criptomoneda local en la ciudad italiana de Nápoles. El proyecto nos pareció interesante, pues se hablaba de una implantación seria de una criptodivisa emitida por una institución pública en una ciudad de cierta importancia en Europa. En dicha entrada nos comprometimos, por la importancia del asunto, a hacer un seguimiento de los sucesivos hitos que, con relación al proyecto, fuesen teniendo lugar. En la agenda Blockchain del Ayuntamiento de Nápoles, estaba marcado este verano en rojo. Se preveía el comienzo del desarrollo práctico del proyecto y, por eso, entendemos que es nuestra obligación cumplir la promesa que hicimos. Así están las cosas:

Como ya habíamos anticipado en este blog, el desarrollo contaría con dos fases, una fase inicial (o Beta, en el argot) en el que se pondría en circulación limitada un token que serviría de termómetro de la situación, y que, ponderadas las circunstancias estudiadas, daría lugar a la criptomoneda definitiva (segunda fase).

Según los medios especializados, el token, que tendrá el (aburrido) nombre de TTS tendrá la configuración inicial de criptodivisa estable (stablecoin) fijada al valor del Euro; de hecho el valor de emisión de cada token será el de un Euro. Este elemento facilitará la entrada de comercios al circuito de aplicación de la moneda, pues eliminará el miedo de los comerciantes a recibir una moneda volátil y con el riesgo a perder su valor.

Se barajan como entes emisores la Universidad de Nápoles o los centros de investigación del proyecto y la tenencia y uso del token se llevará a cabo por medio de una App que los ciudadanos podrán obtener en Andriod e iOS y que, como es habitual, funcionará por medio de códigos QR.

Lo más llamativo del proyecto es que los ciudadanos accederán a los tokens como recompensa por la realización de usos cívicos y de aprovechamiento de las infraestructuras de la ciudad, de manera que, junto con el proyecto inicial, se fomentan los usos beneficiosos en el municipio; tales como el uso de aparcamientos públicos en determinadas zonas, el uso de servicios de recogida de desperdicios o el transcurso de periodos de tiempo sin recibir sanciones administrativas.

Del mismo modo, se han anticipado algunos de las situaciones en que se podrán gastar los tokens, tales como el pago de comedores en las escuelas, entradas en museos y, como ya se conocía, en los comercios adheridos al sistema.

Por supuesto, seguiremos pendientes de este proceso y, por supuesto, con nuestra esperanza intacta de que la moneda final adopte el nombre que propusimos: El Maradono.

Octavio Gil Tamayo
Abogado

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